sábado, 6 de abril de 2013

Revoluciones de Desidias Mantenidas



13/03/13 Pasado un tiempo nos olvidamos de quienes queríamos ser.
  Los revolucionarios restos de la rebeldía subversiva quedan difuminados en un mar de supervivencias varias. Supervivencia individual y desidia. Desidia y miedo lastrado. ¿A donde van? ¿Dónde tienen cavidad?
 Nos olvidamos, nos relegamos y cuando estamos solos nos olvidamos de ser quienes somos. La existencia se limita a vacua subsistencia.
 Y a veces, hoy la mayoría, la subsistencia es más moral que económica. Aunque todo acabe insubsanablemente en feudos económicos.
 Y es que los ideales progresistas están muy bien pintados en la cómoda y mantenida situación de juventud pseudo y autocomplaciente, en la regocijante idea de incomprensión.
Pero cuando el hambre acecha en los requisios de las ventanas los ideales se van por la puerta trasera.

 Y en definitiva, entre que el que quiere no puede y el que puede no quiere, son unos chalados enamorados de cuanto es vida los que se atreven a romper los engrilletados límites de la mediocridad.  Y cuando su labor se imposibilita siempre quedan las frustradas críticas con su ingrato disfraz de consejo para corroborar que debidamente fuimos informados de que todo lo que es, o puede ser, distinto no tiene cavidad.




Estoy cansado, triste, la desidia me come a ratos, temeroso de cuanto puede ser, pero aún no desisto en mi empeño, porque he visto el futuro y aunque sea ardua tarea la de cargar con mi propio enemigo a cuestas, la invención de mis mejores tragedias corrobora mis expectativas de triunfo.

El fantasma se desliza sigiloso, se esconde cual hiena hambrienta de los convulsionantes restos de lo que tiempo atrás fue un castillo (como aquel que cierta marquesa solía arrendar, habrá quién sepa a quién me refiero).

 Del mismo modo quimera ingrata, y dicho sea de paso metáfora perfecta de la malversación de este país.
 Más allá de las valoraciones y enjuiciamientos personales su existencia es lícita. Aunque su significado implícito no lo ratifique. Porque mi propia reivindicación lleva implícita que alguien la tache de incorrecta, eso lo haría más correcta.
 Lo que nos lleva a que la indeferencia si que no beneficia a nadie, véase por la ventana castellana y me darás la razón.

 El abandono nos perjudica a todos, no digo nada nuevo. Pero es que.
 Cuando el respeto por la izquierda se basa en….
 Cuando los sindicatos son perros sarnosos alrededor de la mesa a la espera de un buen chuletón que llevarse a la boca.
 Cuando la vida de los verdaderos héroes que se llevan levantando toda su vida a las cinco de la mañana para poner un plato delante de sus alienados hijos sirve para salvaguardar los muebles de quienes les robaron esa comida.
 Cuando a los genios y a los salvadores de turno se le olvidó tatuarse las promesas y hoy resulta que son marionetas con los hilos rotos de tanto agacharse ante tanto manoseo.
Cuando se raptó a la tía de la lejía para traer del futuro los billetes con los que se hipotecaron las vidas.
Cuando la cultura nos ha heredado un revolver con el que volarse la cabeza para no pensar en pensar.
Cuando el resto de insensatos abre la boca para dilapidar el poco sentido común que le quedaba a esta de por si pesturienta historieta. Que más se le parece al Madrid de Valle-Inclán que a cualquier otra cosa. Porque hoy vivimos en el Callejón del Gato.

¿Qué pasa? ¿Qué es lo que pasa cuando pasa lo que tiene que pasar? Que se aprende a palos… No será lo mejor, pero sin duda es perfecto. Para dejar de ser uno más, para alzar la voz, para silenciar otras… sufriendo, que buena suerte, para acordarnos de que existimos, y de que, en efecto somos. Y somos algo más de lo que hoy somos.

Aprenderemos, más tarde, más temprano… pero aprenderemos. Algún día utópico de estos…

Esto ha sido un despropósito, y en efecto hemos bebido más de la cuenta, porque sin duda se nos ha puesto en la mesa. Pero buscar culpables no interesa, a ver si los vamos a encontrar y el futuro se nos torna presente.

¿Y de quién es la culpa al final? A riesgo de redundar, sólo veo le veo cavidad a un concepto que lo engloba todo. Educación e ideales. Todo a término desemboca en ello.
 Eduquemos a nuestros hijos y el conocimiento los hará hombres y mujeres grandes y libres.

Si yo siendo un niño me di cuenta que despropósitos tales como aferrarse a los ideales ajenos y cerrar los ojos cuando los vientos soplan benignos es una herencia muy ingrata ¿Cómo es que un señor de Madrid no quiere aprender cual es su sitio?



Cuando las verdades intrínsecas se les niegan a un pueblo subyugado a la voluntad de unos cuantos hay 3 opciones:

 Se los escucha, se los hace callar o mi vecino empezará a comprar pistolas.


[Continuará…]

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